Gargantilla de encaje
Las mujeres comenzaron a decorarse el cuello en la antigüedad. Desde entonces, la joyería ha evolucionado desde la joyería de hueso primitiva hasta la joyería compleja. Pero la moda es voluble y tiende a volver. Recientemente, las gargantillas o terciopelos han ganado popularidad y adornaron por primera vez el cuello de una mujer a finales de la Edad Media. Luego fueron usados por damas nobles, cuyos retratos cada artista quería capturar. Hoy en día, la gargantilla es amada por representantes de subculturas como steampunk, gótica, así como anime otaku y cosplayers. Y después de aparecer en desfiles de moda de modistos famosos, se ganó el corazón de las celebridades. Hacer un collar de este tipo usted mismo es muy simple y requiere costos mínimos, y si usa su imaginación, puede crear una colección completa de collares de terciopelo para diferentes ocasiones.
Materiales para el trabajo:
Secuencia de trabajo:
En primer lugar, medimos el volumen del cuello. Hay que recordar que aunque la gargantilla se traduce del inglés como “estrangulador” y está diseñada para ajustarse perfectamente a la piel, debes sentirte cómodo usándola.
Marque la longitud deseada con tiza o un lápiz en el revés de la cinta y deje 20-25 cm en cada lado para que la decoración se pueda atar bellamente en un lazo.
Es mejor chamuscar los bordes para que no se desmoronen en el futuro. Si lo desea, puede utilizar un cierre en lugar de un lazo, pero entonces la decoración perderá su autenticidad.
El siguiente paso es unir el encaje. Para agregar volumen, la cinta de encaje se debe coser en pliegues para crear volantes.
Barremos nuestra pieza de trabajo y la cosimos a máquina o a mano con hilo a juego con la cinta.
Cogemos una base de metal para decorar, colocamos el cabujón sobre pegamento y esperamos a que se seque.
Encuentra el centro de la gargantilla y márcalo con una cinta pequeña.
Cosemos allí la base, y la gargantilla de encaje ya está lista para salir al mundo.
Si lo desea, el cabujón se puede reemplazar con un camafeo, un lazo o una flor hecha con una cinta a juego, un colgante o un dije con cadenas para una opción gótica. Se recomienda llevar gargantilla con vestidos de noche y cóctel con cuello abierto.
Materiales para el trabajo:
- encaje ancho;
- Cinta de raso o terciopelo;
- Cabujón con base;
- Centímetro;
- Tiza;
- Pegamento
- Tijeras, hilo y aguja.
Secuencia de trabajo:
En primer lugar, medimos el volumen del cuello. Hay que recordar que aunque la gargantilla se traduce del inglés como “estrangulador” y está diseñada para ajustarse perfectamente a la piel, debes sentirte cómodo usándola.
Marque la longitud deseada con tiza o un lápiz en el revés de la cinta y deje 20-25 cm en cada lado para que la decoración se pueda atar bellamente en un lazo.
Es mejor chamuscar los bordes para que no se desmoronen en el futuro. Si lo desea, puede utilizar un cierre en lugar de un lazo, pero entonces la decoración perderá su autenticidad.
El siguiente paso es unir el encaje. Para agregar volumen, la cinta de encaje se debe coser en pliegues para crear volantes.
Barremos nuestra pieza de trabajo y la cosimos a máquina o a mano con hilo a juego con la cinta.
Cogemos una base de metal para decorar, colocamos el cabujón sobre pegamento y esperamos a que se seque.
Encuentra el centro de la gargantilla y márcalo con una cinta pequeña.
Cosemos allí la base, y la gargantilla de encaje ya está lista para salir al mundo.
Si lo desea, el cabujón se puede reemplazar con un camafeo, un lazo o una flor hecha con una cinta a juego, un colgante o un dije con cadenas para una opción gótica. Se recomienda llevar gargantilla con vestidos de noche y cóctel con cuello abierto.
Clases magistrales similares
Particularmente interesante
Comentarios (1)