Decorar una botella con sal de colores
Para decorar el interior, crear un ambiente cálido y acogedor en la casa o complacer a un ser querido con un regalo original, no es necesario comprar souvenirs caros. Es muy posible crearlos usted mismo.
Recientemente, se han vuelto muy populares varias botellas y frascos decorativos. Se traen de viajes o se compran en tiendas de souvenirs por mucho dinero. Sin embargo, es muy posible crear esa belleza usted mismo. Sólo necesitas mostrar tu imaginación y dedicar un poco de tiempo.
Cualquier recipiente de vidrio se puede convertir en un objeto exclusivo decorándolo con telas, cuentas, conchas, pinturas, apliques, etc. Se puede hacer una baratija bonita y original llenándola con sal teñida.
Para crearlo, prepara:
• tarro transparente;
• sal;
• crayones de colores;
• embudo;
• tamiz;
• varios contenedores pequeños.

Para trabajar, tome sal (fina, gruesa, marina) y vasos pequeños (según la cantidad de crayones). Vierte 3-4 cucharadas de sal en un plato plano y frótalo con tiza hasta obtener la mezcla del tono deseado.

La sal se puede colorear con unas gotas de cualquier tinte, secar en el horno o microondas y luego triturar. Los crayones también se pueden convertir en polvo de varias maneras: rallado en un rallador fino o triturado en un mortero. Lo principal es conseguir una masa homogénea y sin grumos. Para hacer esto, tamice la tiza triturada en un recipiente preparado.

Llena una de las tazas con sal incolora: la blanca también puede resultar útil. Una vez obtenidas todas las tonalidades, puedes pasar a la parte creativa del trabajo.

Elija un frasco o botella de vidrio o plástico transparente. Puede tener cualquier forma y tener un cuello de cualquier diámetro. Lávelo y séquelo. Usando un embudo, comienza a verter sal en el frasco para obtener hermosas ondas o incluso rayas.

Puede verter sal normal sin color en el centro y, para obtener un patrón interesante, incline ligeramente el frasco en la dirección deseada, corrija el patrón con un palo afilado o mueva la boquilla del embudo al punto deseado. La secuencia de disposición de las capas de colores puede ser arbitraria; todo depende de su imaginación y gusto.
Periódicamente, es necesario golpear ligeramente la botella sobre la mesa para que la sal quede más densa. Así que llene el recipiente hasta el tope, vuelva a compactar su contenido, agregue más sal y cierre bien la tapa.
Ya solo queda decorar el frasco. Para ello son adecuadas cuentas, cintas, cuerdas, trozos de tela brillantes o papel floral. Corte un círculo del diámetro requerido de un material adecuado. Envuélvalo alrededor de la tapa y asegúrelo con una banda elástica o hilo. Decora la parte superior a tu gusto con los adornos que tengas a mano.

Este frasco original se puede colocar en un estante junto a las especias o en el alféizar de una ventana con flores. Si lo desea, es posible hacer pinturas reales en un frasco con sal coloreada. Para hacer esto, use palos afilados para mezclar las capas ya vertidas y darles la forma requerida.
Recientemente, se han vuelto muy populares varias botellas y frascos decorativos. Se traen de viajes o se compran en tiendas de souvenirs por mucho dinero. Sin embargo, es muy posible crear esa belleza usted mismo. Sólo necesitas mostrar tu imaginación y dedicar un poco de tiempo.
Cualquier recipiente de vidrio se puede convertir en un objeto exclusivo decorándolo con telas, cuentas, conchas, pinturas, apliques, etc. Se puede hacer una baratija bonita y original llenándola con sal teñida.
Para crearlo, prepara:
• tarro transparente;
• sal;
• crayones de colores;
• embudo;
• tamiz;
• varios contenedores pequeños.

Para trabajar, tome sal (fina, gruesa, marina) y vasos pequeños (según la cantidad de crayones). Vierte 3-4 cucharadas de sal en un plato plano y frótalo con tiza hasta obtener la mezcla del tono deseado.

La sal se puede colorear con unas gotas de cualquier tinte, secar en el horno o microondas y luego triturar. Los crayones también se pueden convertir en polvo de varias maneras: rallado en un rallador fino o triturado en un mortero. Lo principal es conseguir una masa homogénea y sin grumos. Para hacer esto, tamice la tiza triturada en un recipiente preparado.

Llena una de las tazas con sal incolora: la blanca también puede resultar útil. Una vez obtenidas todas las tonalidades, puedes pasar a la parte creativa del trabajo.

Elija un frasco o botella de vidrio o plástico transparente. Puede tener cualquier forma y tener un cuello de cualquier diámetro. Lávelo y séquelo. Usando un embudo, comienza a verter sal en el frasco para obtener hermosas ondas o incluso rayas.

Puede verter sal normal sin color en el centro y, para obtener un patrón interesante, incline ligeramente el frasco en la dirección deseada, corrija el patrón con un palo afilado o mueva la boquilla del embudo al punto deseado. La secuencia de disposición de las capas de colores puede ser arbitraria; todo depende de su imaginación y gusto.
Periódicamente, es necesario golpear ligeramente la botella sobre la mesa para que la sal quede más densa. Así que llene el recipiente hasta el tope, vuelva a compactar su contenido, agregue más sal y cierre bien la tapa.
Ya solo queda decorar el frasco. Para ello son adecuadas cuentas, cintas, cuerdas, trozos de tela brillantes o papel floral. Corte un círculo del diámetro requerido de un material adecuado. Envuélvalo alrededor de la tapa y asegúrelo con una banda elástica o hilo. Decora la parte superior a tu gusto con los adornos que tengas a mano.

Este frasco original se puede colocar en un estante junto a las especias o en el alféizar de una ventana con flores. Si lo desea, es posible hacer pinturas reales en un frasco con sal coloreada. Para hacer esto, use palos afilados para mezclar las capas ya vertidas y darles la forma requerida.

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