Icono Jesucristo
Una clase magistral inusual abrirá a todos los que quieran dominar este tipo de arte el sutil mundo de la pintura de iconos con sus propios órdenes y reglas. Comprender esta habilidad no es tan difícil si abordas el asunto con paciencia y amor.
Para la creatividad necesitaremos materiales:
- tablero (en este caso 15*20 cm);
- piel;
- pintura acrílica blanca (como imprimación);
- gouache (es mejor comprar frascos de gouache separados, incluido el color dorado);
- pegamento PVA;
- pinceles de diferentes tamaños (preferiblemente ardilla o columna);
- barniz para carpintería (mate o semimate);
- un icono o fotografía, una imagen o un calendario ortodoxo, a partir del cual haremos una lista de iconos.
1. Antes de empezar a trabajar, es mejor leer una oración o simplemente decir: "Señor, bendice". De esta manera todo irá más rápido y mejor. Ahora necesitamos lijar el tablero. Para hacer esto, tome papel de lija más grueso y muela la superficie con movimientos circulares. Con papel de lija llevamos el tablero a un estado liso.

2. La pintura acrílica se aplica a la superficie del tablero en dos o tres capas. Si es necesario, se puede diluir con agua 1:1. A continuación hay que lijar la tabla hasta dejarla en perfecto estado.

3.La tercera etapa es muy importante. Necesitamos hacer un dibujo a lápiz de Jesús. Aquí deben observarse todas las proporciones. Si surgen dificultades, utilice papel de calco: transfiera el dibujo a él y luego fíjelo al tablero y calque, se imprimirá.

4. En la cuarta etapa, es necesario diluir la pintura ocre con agua y pegamento PVA y pintar el tablero en una o dos capas. Esto se hace para que los tonos del futuro ícono no sean demasiado brillantes y abiertos. El dibujo a lápiz debe ser transparente, por eso aplicamos la pintura en capas transparentes. Ahora delineamos el dibujo con pintura marrón. Para ello, toma el pincel más fino.

5. En la quinta etapa, podrás relajarte un poco y recordar tu infancia. Ahora haremos aproximadamente lo que hacen los niños en los libros para colorear. Llena el ícono con color. Rellenaremos cada fragmento con el color más oscuro (no olvides añadir un poco de pegamento PVA a la pintura) que está en el icono. Por ejemplo, el rostro, tiene tonos más oscuros y más claros. Esto significa que debemos coger el tono más oscuro y llenar el rostro de color. En este caso el color es marrón oscuro. Esto se hace para resaltar los fragmentos en la siguiente etapa.
Hacemos lo mismo con otras partes de la imagen: ropa, cabello, etc. Aplicar pintura en dos o tres capas. En esta etapa lo principal es la precisión. Recordamos que los colores del icono no deben ser brillantes, por lo que puedes silenciarlos con ocres. Pinta el fondo con pintura dorada.

6. El sexto paso es el más laborioso y responsable. Necesitamos agregar volumen al dibujo resaltando los fragmentos. Empecemos por la cara. Cogemos pintura ocre, la mezclamos con blanca y aclaramos poco a poco las zonas de los pómulos, la frente y la nariz. Lograr una transición fluida no se logrará de una sola vez.Iremos resaltando hasta que el rostro adquiera una forma tridimensional. También agregamos volumen a los pliegues de la ropa y otros fragmentos. No olvides agregar pegamento a la pintura para que las capas anteriores no se borre.

8.Ahora necesitas aplicar barniz al icono. Elija un barniz para madera mate o semimate. De esta manera el icono no brillará. Aplicar barniz en dos o tres capas y secar. Asegúrate de consagrar el icono en el templo. ¡Que Dios te ayude!
Para la creatividad necesitaremos materiales:
- tablero (en este caso 15*20 cm);
- piel;
- pintura acrílica blanca (como imprimación);
- gouache (es mejor comprar frascos de gouache separados, incluido el color dorado);
- pegamento PVA;
- pinceles de diferentes tamaños (preferiblemente ardilla o columna);
- barniz para carpintería (mate o semimate);
- un icono o fotografía, una imagen o un calendario ortodoxo, a partir del cual haremos una lista de iconos.
1. Antes de empezar a trabajar, es mejor leer una oración o simplemente decir: "Señor, bendice". De esta manera todo irá más rápido y mejor. Ahora necesitamos lijar el tablero. Para hacer esto, tome papel de lija más grueso y muela la superficie con movimientos circulares. Con papel de lija llevamos el tablero a un estado liso.

2. La pintura acrílica se aplica a la superficie del tablero en dos o tres capas. Si es necesario, se puede diluir con agua 1:1. A continuación hay que lijar la tabla hasta dejarla en perfecto estado.

3.La tercera etapa es muy importante. Necesitamos hacer un dibujo a lápiz de Jesús. Aquí deben observarse todas las proporciones. Si surgen dificultades, utilice papel de calco: transfiera el dibujo a él y luego fíjelo al tablero y calque, se imprimirá.

4. En la cuarta etapa, es necesario diluir la pintura ocre con agua y pegamento PVA y pintar el tablero en una o dos capas. Esto se hace para que los tonos del futuro ícono no sean demasiado brillantes y abiertos. El dibujo a lápiz debe ser transparente, por eso aplicamos la pintura en capas transparentes. Ahora delineamos el dibujo con pintura marrón. Para ello, toma el pincel más fino.

5. En la quinta etapa, podrás relajarte un poco y recordar tu infancia. Ahora haremos aproximadamente lo que hacen los niños en los libros para colorear. Llena el ícono con color. Rellenaremos cada fragmento con el color más oscuro (no olvides añadir un poco de pegamento PVA a la pintura) que está en el icono. Por ejemplo, el rostro, tiene tonos más oscuros y más claros. Esto significa que debemos coger el tono más oscuro y llenar el rostro de color. En este caso el color es marrón oscuro. Esto se hace para resaltar los fragmentos en la siguiente etapa.
Hacemos lo mismo con otras partes de la imagen: ropa, cabello, etc. Aplicar pintura en dos o tres capas. En esta etapa lo principal es la precisión. Recordamos que los colores del icono no deben ser brillantes, por lo que puedes silenciarlos con ocres. Pinta el fondo con pintura dorada.

6. El sexto paso es el más laborioso y responsable. Necesitamos agregar volumen al dibujo resaltando los fragmentos. Empecemos por la cara. Cogemos pintura ocre, la mezclamos con blanca y aclaramos poco a poco las zonas de los pómulos, la frente y la nariz. Lograr una transición fluida no se logrará de una sola vez.Iremos resaltando hasta que el rostro adquiera una forma tridimensional. También agregamos volumen a los pliegues de la ropa y otros fragmentos. No olvides agregar pegamento a la pintura para que las capas anteriores no se borre.

8.Ahora necesitas aplicar barniz al icono. Elija un barniz para madera mate o semimate. De esta manera el icono no brillará. Aplicar barniz en dos o tres capas y secar. Asegúrate de consagrar el icono en el templo. ¡Que Dios te ayude!

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