Postal “Árbol del Amor”
Encañonado - esta es una dirección de creatividad en la que usando papel y dándole diferentes formas puedes obtener postales interesantes y voluminosas. artesanía. Uno de sus tipos es el quilling lineal, en el que se pueden crear imágenes completas casi exclusivamente a partir de tiras de papel rectas. Hoy haremos una manualidad hermosa, aunque bastante compleja, usando esta técnica. Tardará al menos unas horas, pero el resultado cumplirá todas las expectativas.
Primero, preparemos los materiales necesarios para el trabajo. Este:
1. La base de la tarjeta es de color blanco puro o con un tinte rosa.
2. Papel para quilling: colores rosa, carmesí oscuro y negro (azul oscuro). El ancho es de 3 mm.
3. Herramienta para quilling (puedes usar un palillo).
4. Pegamento PVA.
5. Cepillar.
6. Tijeras.

Se recomienda primero determinar visualmente la disposición general del árbol y sus ramas, pensar cómo se ubicará y en qué parte de la postal. Puedes marcarlo con un lápiz, pero hazlo con cuidado para preservar la base. Aplicamos las propias tiras de papel al dibujo imaginado o realmente dibujado. La madera será de color oscuro, negra con ligeros tintes.Por lo general, las tiras se recubren con pegamento en el lateral para que el PVA no sea visible en el trabajo terminado y así no lo estropee. Aquí no es necesario esforzarse por lograr esto, ya que casi todo el espacio estará ocupado por corazones o madera; el adhesivo no se notará.

Luego es necesario elaborar la estructura interna del árbol, es decir, agregar detalles centrales y aquí y allá elementos adicionales, por ejemplo, en las ramas. Con papel rosa y carmesí oscuro haremos corazones de diferentes tamaños, colocándolos en la copa del árbol, como si fueran sus hojas o frutos. Los corazones se pueden hacer usando dos espirales ligeramente curvadas conectadas en la forma adecuada. Segunda opción: toma solo una tira de papel, dóblala por la mitad y gira los extremos hacia adentro.

Empecemos a llenar los corazones. Para ello haremos muchas espirales abiertas (con un extremo suelto) de colores y las colocaremos en los huecos. Las espirales pueden ser de diferentes tamaños. Todo depende de la idea: necesitarás más pequeños, con ellos los corazones lucirán sofisticados y más expresivos tras un examen más detenido; si coges unos lo suficientemente grandes, podrás prestar atención a la curvatura de las líneas y darle algo de delicadeza a la figura.


Es hora de terminar el tronco del árbol y sus ramas, la parte más difícil del trabajo. La longitud de las rayas debe seleccionarse a ojo y luego probárselas. Es más fácil completar primero los elementos principales: ramas largas y tronco. Parece más armonioso si las líneas fluyen suavemente unas sobre otras, sin rupturas obvias ni transiciones antinaturales.

Para conseguir el efecto de que el árbol está dibujado y representa un todo único, es necesario utilizar más papel al crearlo y evitar espacios en la figura. Aunque basta con utilizar 4-5 líneas en cada rama y unas 12 en el tronco para darle textura al árbol. Entonces, todo está listo.

¡Buena suerte y más éxitos en el camino de crear tus propias obras maestras!
Primero, preparemos los materiales necesarios para el trabajo. Este:
1. La base de la tarjeta es de color blanco puro o con un tinte rosa.
2. Papel para quilling: colores rosa, carmesí oscuro y negro (azul oscuro). El ancho es de 3 mm.
3. Herramienta para quilling (puedes usar un palillo).
4. Pegamento PVA.
5. Cepillar.
6. Tijeras.

Se recomienda primero determinar visualmente la disposición general del árbol y sus ramas, pensar cómo se ubicará y en qué parte de la postal. Puedes marcarlo con un lápiz, pero hazlo con cuidado para preservar la base. Aplicamos las propias tiras de papel al dibujo imaginado o realmente dibujado. La madera será de color oscuro, negra con ligeros tintes.Por lo general, las tiras se recubren con pegamento en el lateral para que el PVA no sea visible en el trabajo terminado y así no lo estropee. Aquí no es necesario esforzarse por lograr esto, ya que casi todo el espacio estará ocupado por corazones o madera; el adhesivo no se notará.

Luego es necesario elaborar la estructura interna del árbol, es decir, agregar detalles centrales y aquí y allá elementos adicionales, por ejemplo, en las ramas. Con papel rosa y carmesí oscuro haremos corazones de diferentes tamaños, colocándolos en la copa del árbol, como si fueran sus hojas o frutos. Los corazones se pueden hacer usando dos espirales ligeramente curvadas conectadas en la forma adecuada. Segunda opción: toma solo una tira de papel, dóblala por la mitad y gira los extremos hacia adentro.

Empecemos a llenar los corazones. Para ello haremos muchas espirales abiertas (con un extremo suelto) de colores y las colocaremos en los huecos. Las espirales pueden ser de diferentes tamaños. Todo depende de la idea: necesitarás más pequeños, con ellos los corazones lucirán sofisticados y más expresivos tras un examen más detenido; si coges unos lo suficientemente grandes, podrás prestar atención a la curvatura de las líneas y darle algo de delicadeza a la figura.


Es hora de terminar el tronco del árbol y sus ramas, la parte más difícil del trabajo. La longitud de las rayas debe seleccionarse a ojo y luego probárselas. Es más fácil completar primero los elementos principales: ramas largas y tronco. Parece más armonioso si las líneas fluyen suavemente unas sobre otras, sin rupturas obvias ni transiciones antinaturales.

Para conseguir el efecto de que el árbol está dibujado y representa un todo único, es necesario utilizar más papel al crearlo y evitar espacios en la figura. Aunque basta con utilizar 4-5 líneas en cada rama y unas 12 en el tronco para darle textura al árbol. Entonces, todo está listo.

¡Buena suerte y más éxitos en el camino de crear tus propias obras maestras!
Clases magistrales similares
Particularmente interesante
Comentarios (0)