Vela de sandía calada
Las velas han entrado desde hace mucho tiempo en nuestra vida cotidiana no sólo como fuentes de luz, sino también como hermosas decoración o presente. Le ofrecemos una clase magistral sobre cómo hacer una vela calada inusual: una rodaja de sandía.
Para el trabajo necesitamos:
- forma de estaño;
- 2 velas de parafina;
- molde para velas;
- crayones de cera rojos y verdes;
- hielo;
- hilo para mecha;
- líquido lavavajillas.
Hacer una vela calada
Primero, lubriquemos el molde de la vela (en nuestro caso, una taza de plástico de 250 ml) con líquido lavavajillas. Esto evitará que la parafina se pegue y podrás quitar fácilmente la vela terminada.
Para la forma de hojalata, puedes utilizar una lata de comida enlatada. Para que sea cómodo de sostener en la mano, no corte la tapa por completo, doble los bordes. La parafina se derretirá al baño maría, así que prepara un pequeño recipiente de hierro con agua del tamaño del frasco donde se derretirá la vela.
Adjuntamos la mecha al molde donde se verterá la vela; goteamos parafina caliente en la punta del hilo y lo aseguramos al fondo de la taza. Para que la mecha quede en el medio, la fijamos con un palo, enroscando el hilo sobre él.
Cortamos la vela de parafina en trozos y la dividimos en tres partes (dos iguales y una más grande, en la pulpa de la sandía).
Primero, hacemos una cáscara de sandía verde: frotamos un lápiz de cera verde en un rallador fino y lo colocamos junto con parte de la parafina en un baño de agua. Remueve hasta que los grumos desaparezcan por completo. Vierta inmediatamente con cuidado en el molde para velas preparado. Déjalo endurecer.
Lo siguiente será una capa blanca. Para ello, coloque trozos de parafina blanca en un molde para fundir limpio y derrítalo al baño maría. Vierta en el molde sobre la capa verde. Esperar a que se enfríe por completo (se puede meter en el congelador durante media hora).
Para la parte superior de la vela, es necesario moler un lápiz de cera roja en un rallador fino y derretirlo junto con parafina hasta que desaparezcan los grumos. Mientras el líquido se derrite, pica el hielo en trozos pequeños y viértelo en el molde de la vela.
Vierte inmediatamente la parafina encima del hielo.
Lo dejamos así por un día, hasta que se derrita el hielo del molde. Vierte el agua del molde y saca la vela terminada. Recorta la punta de la mecha 0,5 cm.
Eso es todo: la vela calada está lista. Realmente parece una rodaja de sandía: ¡solo quieres darle un mordisco!
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