Cepillo sencillo con cerdas metálicas.
Muchos artesanos consideran la presencia de un cepillo de este tipo como una reliquia del pasado y prefieren las herramientas modernas. Sin embargo, un verdadero especialista comprende las ventajas reales de un producto de este tipo y lo tiene siempre a mano. Al mismo tiempo, algunas operaciones requieren cepillos con parámetros específicos tanto de la forma como de las cerdas. Por lo tanto, muy a menudo se puede ver que los artesanos tienen tantos productos de este tipo en sus herramientas.
Ventajas de un cepillo con cerdas metálicas
Estos cepillos tienen ciertas ventajas incluso sobre las herramientas modernas:
- bajo costo y facilidad de autoproducción;
- peso ligero, lo que permite operaciones prolongadas;
- no requiere alimentación de red y no requiere baterías;
- no ocupa mucho espacio;
- le permite trabajar en lugares de difícil acceso.
Hoy en día, estos cepillos rara vez se encuentran en las tiendas. Además, su coste es superior al real. Por lo tanto, los artesanos experimentados prefieren fabricar ellos mismos dicha herramienta. Esto le permite seleccionar un tipo específico de cerdas, establecer su densidad, longitud de las cerdas y forma del mango.Para ello necesitarás un pequeño bloque de madera, un cable metálico de la rigidez requerida y una placa metálica.
hacer un cepillo
Primero necesitamos un bloque de madera.
Cualquier tipo de madera servirá, pero se prefiere la madera dura. Aplicamos marcas al bloque, delineando las dimensiones del mango. En el otro borde de la pieza de trabajo marcamos agujeros para instalar las cerdas. Debe haber un número par de ellos, ya que usaremos pares.
¡Importante! Antes de comenzar a trabajar, se recomienda crear un boceto de la pieza de trabajo en tamaño 1:1. Si tiene una herramienta antigua de este tipo, puede utilizar sus dimensiones como base.
En la siguiente etapa, perforamos agujeros de acuerdo con las marcas y rectificamos el mango. Para ello utilizamos un taladro y una amoladora.
¡Importante! El diámetro del taladro debe corresponder al diámetro del cable utilizado para las cerdas.
Las cerdas las haremos con cuerda. Necesitamos cortarlo en partes iguales, correspondientes en número a la mitad de los agujeros. La longitud del corte debe ser de dos largos de cerdas + 3 cm.
¡Ejemplo! Si necesita un cepillo con cerdas de 2 cm, la longitud de la sección del cable debe ser de 7 cm.
Insertamos las piezas terminadas en los agujeros utilizando el principio de grapa. Ocupando dos celdas en una sola pieza. Alineamos cada segmento, creando una apariencia de cerdas en un lado de la pieza de trabajo.
A continuación, sujetamos el bloque en un tornillo de banco y, con la ayuda de un martillo, enderezamos la curvatura de los cables.
¡Atención! En este momento es importante controlar que las futuras vellosidades no se muevan. De lo contrario, el cepillo tendrá cerdas de diferentes longitudes.
En el siguiente paso, cortamos una placa de chapa que corresponde a las dimensiones de la parte trasera de nuestra pieza de trabajo. De esta forma conseguimos una especie de retenedor de pelusas.
Instalamos la placa sobre el producto, fijándola con clavos.
Procesamos el cepillo con una amoladora para eliminar rebabas y astillas. El producto terminado no sólo debe ser cómodo, sino también seguro.
Con unos alicates o unos alicates de punta redonda, desenrosque ligeramente el alambre de cada cable, creando cerdas de metal.
El cepillo está listo para usar.
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