Hacer un casquillo de espiga con una perforadora
Para fortalecer la conexión y prolongar la vida útil de los productos de madera, como sillas, mesas, gabinetes, estantes y otros, se utilizan espigas como sujetadores, que conectan de manera confiable las barras entre sí a través de orificios llamados enchufes. Hacer un nido para espigas en productos de madera requiere equipo especial y conocimiento de las reglas para trabajar con madera. Normalmente la herramienta es un cincel. Pero veremos una forma más sencilla y accesible de cortar un nido con una perforadora.
Necesitamos tener a mano:
- Barras del espesor requerido. En mi caso se trata de una pieza de 50 mm y unos 30 cm de largo.
- Un bloque con una espiga confeccionada. Prepararemos un agujero a lo largo del mismo.
- Broca tipo vertical.
- Regla y bolígrafo para medir.
- Cuchillo o afilador para quitar el exceso de madera.
Empecemos
Antes de empezar a perforar, medimos la distancia que necesitamos y la profundidad aproximada del encaje.
Para ello utilizaremos una espiga confeccionada, que aplicamos al bloque y marcamos los bordes, ancho y profundidad del producto.
Dependiendo del ancho de la espiga, colocamos en la máquina un taladro del diámetro requerido de 8/10/12 mm, nada menos. Comenzamos a perforar desde los límites, dejando pequeños puentes entre los agujeros.
No podrás perforar todo a la vez. Al principio profundizamos 1-2 cm, después de hacer los agujeros insertamos el taladro un par de centímetros más de profundidad, capturando también los puentes.
Realizamos estos pasos hasta conseguir el tamaño deseado y hasta alcanzar la profundidad marcada. Comprobamos si la púa encaja en el casquillo. Si el nido es demasiado grande, no será posible colocarle la púa.
En nuestro caso, el agujero debe completarse con un afilador o una herramienta especial para cortar madera: un cincel. Quitamos las esquinas y salientes y volvemos a colocar la espiga. Esta vez el agujero tenía el tamaño correcto y las barras estaban conectadas entre sí perpendicularmente.
Ventajas de este método:
- Puedes coger un árbol de cualquier especie y fortaleza: pino, abedul, roble, etc.
- Gracias al posicionamiento vertical, la profundidad y el ángulo del nido se pueden ajustar sin problemas.
- Puede trabajar con tipos de productos de madera tanto pequeños como grandes.
El único inconveniente del método es la dificultad de seguir los límites del futuro nido. Para hacer esto, debe marcar con un lápiz un área más pequeña de lo que finalmente se requiere.
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