Cómo proteger una punta de soldador de cobre
Antes de proteger la punta del soldador de cobre, se debe ordenar y estañar. Como sabes, cuanto más puro es el metal, más lentamente se oxida. El fabricante decide por sí mismo la pureza del cobre utilizado y no podemos influir en ello.
El siguiente método de protección está asociado con la forja, con la que se pueden reparar grietas superficiales, pequeñas abolladuras, eliminar incrustaciones, triturar cristales grandes en la estructura metálica y aumentar su dureza. Como resultado, la resistencia del metal a la corrosión aumenta notablemente. Este tratamiento es necesario en los casos en que el soldador se utiliza de forma constante e intensiva.
2 métodos de protección "populares": grafito y aluminio
Ahora nos ocuparemos de proteger la superficie de la punta del soldador. En teoría, el metal pulido resiste mejor la oxidación, pero sólo en la etapa inicial y en condiciones corrosivas no agresivas. Por ello, pulimos el metal de la punta con un disco de pulido. A modo de comparación, parte de la superficie se pulirá tratándola con papel de lija.
Sólo queda probar la eficacia de la fina capa protectora. Los materiales más disponibles son el grafito y el aluminio.El proceso de aplicación de ellos es bastante sencillo. Frotamos la superficie de la punta metálica con la mina de un lápiz o un trozo de alambre de aluminio.
Tenga en cuenta que este método solo es compatible con una superficie lijada. Cuando se pule, el grafito no deja marcas y el aluminio se adhiere sólo después de rayar la superficie pulida.
A continuación, para la conveniencia y pureza del experimento, construiremos un soporte simple para un soldador a partir de alambre, doblándolo con unos alicates y usando una hoja de papel cuadrada de las dimensiones dadas como metro y plantilla.
Colocamos el soldador en el soporte, lo enchufamos a la red y esperamos a ver qué pasa. Los cambios externos se notan en 10 a 15 minutos. La simulación del funcionamiento a largo plazo mediante ciclos repetidos de calentamiento y enfriamiento da resultados.
El área donde se aplicó el grafito no es particularmente diferente de la superficie no recubierta. Es decir, la protección del grafito no es muy fiable. Pero la zona frotada con aluminio se ve muy claramente y el metal de debajo no se ha oxidado. Para completar el experimento, bajemos la punta caliente al agua, pero hagámoslo lenta y gradualmente para no quemarnos con las salpicaduras de agua hirviendo.
Secamos la punta con una servilleta de papel y debajo de la capa de cal observamos lo siguiente. El aluminio mostró el mejor resultado. Pero el procesamiento del aluminio es más relevante para los soldadores con punta delgada. Si la punta es gruesa, frotar el aluminio se convierte en un proceso que requiere mucha mano de obra, pero vale la pena.
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