Cómo hacer una biochimenea con alcohol de latas.
Esta minichimenea hecha con latas vacías será útil en el garaje, en el lavadero, así como para cazar o pescar. Con su ayuda, podrás cocinar alimentos, calentarte las manos frías e incluso calentar tu tienda cuando la temperatura exterior sea bajo cero.
Biochimenea de bricolaje con alcohol de latas
Retire las etiquetas de los frascos y retire las tapas. Aplicar marcas a aproximadamente 3 cm del fondo del frasco y cortar con un molinillo.
Envolvemos la lata con una fina malla metálica para reparar parachoques, marcamos el lugar del corte, agregamos 1 cm, lo cortamos y con él hacemos un candado que, después de enrollar la malla, lo encajamos en su lugar.
Para el siguiente paso necesitaremos un tarro un poco más grande que los anteriores. Utilice una amoladora para cortar la nervadura circular superior del refuerzo. Retrocediendo unos 3 cm desde el fondo, corte el frasco transversalmente hasta aproximadamente la mitad. Luego hacemos un corte longitudinal desde la parte superior de la lata hasta el centro de la sección transversal y doblamos ligeramente las paredes laterales resultantes del corte longitudinal.
Montamos la biochimenea en la siguiente secuencia: insertamos el rollo de malla en el fondo del frasco más pequeño.Colocamos una esponja metálica dentro del rollo para quitar la suciedad pesada y cubrimos la parte superior con el fondo de la segunda lata.
Colocamos la estructura resultante en nuestro reflector improvisado, previamente elaborado a partir de una lata más grande.
Utilizamos alcohol etílico o isopropílico como combustible.
Es más conveniente rellenar nuestra biochimenea con una jeringa médica, sacándola del recipiente a través de una aguja y vertiéndola en el fondo de un frasco más pequeño.
Con la ayuda de un mechero, encendemos el vapor de alcohol del exterior de la malla y esperamos hasta que nuestra chimenea casera entre en modo de funcionamiento. Ocurre cuando los vapores del alcohol quemado calientan las cintas de la esponja metálica al rojo vivo.
Cuando se utiliza una chimenea de este tipo, no se emite humo ni olor, ya que su funcionamiento se basa en el principio de combustión catalítica. Al mismo tiempo, la temperatura registrada por un termómetro remoto en diferentes puntos de la chimenea oscila entre 100 y 400 grados centígrados.