Una manera fácil de hacer cualquier resorte.

Muchos mecanismos utilizan un resorte no estándar que, si está desgastado, no se puede reemplazar debido a su falta de disponibilidad. En este caso, puede hacerlo usted mismo, sin perder tiempo buscando análogos similares que requieran recorte.
Herramientas y materiales:
- tope de puerta;
- quemador de gas;
- alicates;
- destornillador;
- aceite de máquina;
- una varilla o perno correspondiente al diámetro del resorte requerido.
Fabricando un resorte a medida
Para el trabajo necesitará alambre de acero especializado 65G o similar. Como fuente se puede utilizar una pieza de un resorte de puerta normal, ya que se vende en cualquier ferretería y ferretería.

Para desenrollarlo, es necesario recocer el acero, haciéndolo flexible. Para ello, se calienta hasta un color rojo oscuro con un quemador de gas, un soplete o en una fragua, tras lo cual se deja enfriar al aire.


El acero enfriado lentamente se suelta, por lo que el resorte se desenrolla fácilmente hasta convertirse en alambre.


Después de esto, se toma un mandril que corresponde al diámetro interior del resorte no estándar que se debe fabricar y se enrolla el alambre en él, vuelta a vuelta.El bobinado se realiza bajo tensión para que la pieza de trabajo adquiera la forma cilíndrica correcta.



Después de enrollarlo, se retira el resorte del mandril. Si debe trabajar en tensión, entonces se hacen ojos en sus extremos. Cuando se necesita un resorte de compresión, se deben separar las espiras. Para hacer esto, inserte un destornillador entre ellos y úselo para crear la distancia requerida. La primera y la última vuelta del resorte de presión deben estar apretadas y el centro debe tener un recorrido. En este caso, funcionará en la dirección correcta, sin intentar saltar hacia un lado. Cuando la pieza de trabajo adquiere la forma requerida, se puede cortar.
A continuación, el acero necesita recuperar su elasticidad. Para hacer esto, se calienta hasta que adquiera un color rojo oscuro y se deja caer rápidamente en el aceite. Después del endurecimiento, el metal se vuelve duro.


Un resorte endurecido es quebradizo. Para que obtenga un equilibrio óptimo entre dureza y elasticidad es necesario un alto revenido. Para ello, la pieza de trabajo se calienta a una temperatura de 400-500 grados Celsius. Puedes determinar que hace suficiente calor por su color. Primero, la primavera se volverá azul aciano claro y luego gris claro, lo que indica que se ha alcanzado la temperatura deseada. Después del calentamiento, se enfría al aire.


Un resorte fabricado de esta manera es rígido y elástico. El cumplimiento de las pautas propuestas durante el recocido, endurecimiento y revenido permitirá recrear prácticamente la tecnología de producción en fábrica. Gracias a esto, un manantial casero no es de ninguna manera inferior a los productos comprados.

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