Cómo hacer un piso de taller con bloques de madera.
Desde el punto de vista medioambiental, la madera como material de construcción es el más favorable para el ser humano. Un suelo de madera no es tan duro como uno de hormigón y esto es beneficioso para el sistema musculoesquelético. Es una especie de aislamiento. Es duradero con una impermeabilización adecuada y no es difícil de instalar. Pero aún así, su instalación debe realizarse bajo la supervisión o con la participación de un artesano experimentado.
Necesitará
Materiales:- tela de lona vieja;
- arena seca y húmeda de río;
- restos de troncos de pino;
- solución de arcilla
El proceso de colocación de un suelo de adoquines de madera con envejecimiento artificial.
Para evitar que los adoquines se extiendan más tarde, es necesario enmarcar de forma segura el sitio del futuro piso en forma de una base de concreto o bloques de piedra macizos.
Rellenamos la zona con gravilla fina, la nivelamos y la cubrimos con tela de lona vieja a modo de especie de soporte.
Cubrimos la zona con arena de río ligeramente húmeda y sin piedras grandes, la nivelamos con un rastrillo hasta obtener una capa de unos 5 cm de espesor por todos lados.
Con una sierra transversal, cortamos “tortitas” de aproximadamente 9 cm de grosor de los restos de troncos de pino, las marcamos 9 cm de ancho y las dividimos en cuadrados y rectángulos, minimizando el desperdicio. Corregimos algunas barras con un hacha para obtener bordes lisos.
Colocamos adoquines de madera sobre la arena con juntas superpuestas. Compactamos cada fila colocada golpeando con un martillo los bordes laterales hacia los adoquines ya colocados, presionando primero con los pies los bloques compactados y ya colocados de la fila adyacente.
Usamos barras adicionales para rellenar los bordes.
Derribamos cada bloque de la fila con golpes de martillo desde arriba, lo que fortalece el piso. Rellenar los huecos entre las barras exteriores y la cimentación con mortero de arcilla, nivelando y compactando con llana.
Para envejecer artificialmente y revelar patrones en adoquines de madera, los quemamos desde arriba con la llama de un quemador de gas. Esto libera sustancias resinosas con un aroma indescriptible.
Echamos una pequeña cantidad de arena seca sobre la superficie de los adoquines de madera y la distribuimos con una escoba por toda la superficie, lo que, al rellenar las grietas y hendiduras entre los adoquines, hace que el suelo sea más denso y estable.
Después de todas las manipulaciones, nuestro suelo de adoquines de madera resultó no sólo duradero y hermoso, sino también noble, como si tuviera al menos 100 años.
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