Dibujar un retrato de un caballo ruiseñor.

Para crear una pintura al pastel de un caballo ruiseñor, no necesitas ninguna habilidad artística especial. Sin embargo, una “obra” tan pequeña hecha con sus propias manos será un gran regalo.
Necesitaremos:
- hoja A3
- Lápiz y borrador (use un lápiz duro)
-Pastel artístico.
Instrucciones para la implementación:
1. Lo primero que debes hacer es marcar en la hoja donde se ubicarán aproximadamente todas las partes del hocico del caballo. Esto se hace con trazos ligeros para que, si es necesario, todas las líneas innecesarias se puedan borrar fácilmente.

2. Ahora borramos con cuidado todo lo innecesario y recogemos el pastel. Es importante que el pastel sea de dureza media, ya que uno demasiado duro no podrá crear tonos suaves del pelaje dorado del caballo y uno suave no será adecuado para la melena.

Empecemos a sombrear. Por lo general, los pasteles se sombrean desde la parte superior de la imagen futura, para no ensuciarse las manos ni manchar las líneas del papel. La parte superior de las cuencas de los ojos debe sombrearse con un color naranja claro, mientras sombreamos las líneas duras con el dedo meñique (mezclaremos todos los colores de esta imagen entre sí usando sombreado).La frente del caballo debe pintarse con suaves pasteles amarillos, añadiendo algunos reflejos blancos.

3. Poco a poco comenzamos a sombrear todo el hocico del caballo ruiseñor, sombreando todo tipo de tonos de naranja, amarillo, rosa y coral. Con todo esto, poco a poco comienza a surgir una imagen bastante hermosa.

4. Pasemos a los ojos del caballo. Primero, marcamos los lugares donde habrá deslumbramiento y es necesario dibujar pequeños círculos en los ojos para no pintarlos accidentalmente. Añadimos un poco de azul y verde a los ojos todavía negros, lo que dará especial profundidad a la mirada del misterioso caballo. Pintamos las fosas nasales no solo con colores negro, sino también arena y azul.

5. Dibuja la melena. Para hacer esto, primero dibuje los contornos de la melena del caballo con una línea delgada, sombree, vuelva a delinear, sombree nuevamente. Luego tomamos crayones azules y verdes y dibujamos pelos individuales (sin sombrear). Agrega algunos reflejos blancos al pelaje dorado del caballo.

6. En conclusión, sólo nos queda matizar el trasfondo de nuestro trabajo. Esto se hace con ligeros trazos de varios tonos cálidos de amarillo, naranja, violeta y verde. Sombreamos las líneas resultantes y listo: ¡nuestra magnífica imagen está lista!

Con esta técnica, con un poco de práctica, podrás crear cuadros más complejos y bonitos.

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