Bebida de limón y miel
Una bebida de limón y miel es una salvación mágica en el calor. Es una especie de análogo de la limonada, pero mucho más sabroso y saludable. Lo principal es que puedes prepararlo rápidamente y comerlo de inmediato, sin esperar a que todos los ingredientes se preparen y se absorban entre sí. Por cierto, como siempre en la cocina, esta bebida puede no ser la opción final ideal. Después de todo, tus fantasías pueden mejorarlo, cambiando sin cesar las recomendaciones iniciales. Algunas personas prefieren añadir leche o nata a la receta. Para otros, basta con agua con gas. Pero para todos (sin excepción) es indiscutible que tal bebida no solo da vigor, sino que también tiene un efecto curativo.
Ingredientes:
agua - un litro, limón - uno, miel - 100 g.

Preparación:
diluir la miel en agua hervida (aproximadamente 60 C). Exprime el jugo del limón y agrégalo al líquido de miel. Coloca la bebida resultante con cuidado. Colarlo con un colador o una gasa, verterlo en una botella o decantador. Enfriar y puedes beber. Si no puedes esperar, puedes simplemente echar un par de trozos de hielo en el vaso.


Las hojas de menta agregarán una nueva nota brillante y refrescante a esta bebida si las mueles con una pequeña cantidad de azúcar. La limonada casera fragante e inusualmente agradable atraerá tanto a niños como a adultos. Y el hecho de que no contenga conservantes ni colorantes sin duda aumenta su atractivo.

Sí, no olvide que el período de uso de este milagro de miel y limón es limitado. Durante dos días, no más (¡si se guarda en el frigorífico!), puedes utilizarlo tú mismo de forma segura y dárselo a tus hijos. Y luego comenzará la fermentación. Por lo tanto, no se abastezca de bebidas para uso futuro. Es mejor dedicar unos minutos a prepararlo para disfrutar verdaderamente del sabor fresco y vigorizante del “salvador” de miel y limón.
Ingredientes:
agua - un litro, limón - uno, miel - 100 g.

Preparación:
diluir la miel en agua hervida (aproximadamente 60 C). Exprime el jugo del limón y agrégalo al líquido de miel. Coloca la bebida resultante con cuidado. Colarlo con un colador o una gasa, verterlo en una botella o decantador. Enfriar y puedes beber. Si no puedes esperar, puedes simplemente echar un par de trozos de hielo en el vaso.


Las hojas de menta agregarán una nueva nota brillante y refrescante a esta bebida si las mueles con una pequeña cantidad de azúcar. La limonada casera fragante e inusualmente agradable atraerá tanto a niños como a adultos. Y el hecho de que no contenga conservantes ni colorantes sin duda aumenta su atractivo.

Sí, no olvide que el período de uso de este milagro de miel y limón es limitado. Durante dos días, no más (¡si se guarda en el frigorífico!), puedes utilizarlo tú mismo de forma segura y dárselo a tus hijos. Y luego comenzará la fermentación. Por lo tanto, no se abastezca de bebidas para uso futuro. Es mejor dedicar unos minutos a prepararlo para disfrutar verdaderamente del sabor fresco y vigorizante del “salvador” de miel y limón.
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