Martillo de una muleta
Para realizar pequeños trabajos de grabado y gofrado, es importante disponer de una herramienta especial, una de las cuales es un pequeño martillo. Sus dimensiones y peso ligero permiten:
- realizar trabajos menores sin temor a dañar otros elementos;
- trabaje durante mucho tiempo sin fatiga en sus manos;
- Distribuir de forma óptima el peso del impacto, controlando las fuerzas aplicadas.
El coste de una herramienta de este tipo puede ser bastante elevado. Por eso, muchos artesanos prefieren hacerlo ellos mismos, ajustando sus parámetros a sus necesidades. Para ello utilizan un clavo de ferrocarril normal.
El proceso de hacer un martillo a partir de una púa de ferrocarril.
Elegir una punta de ferrocarril. Debe estar libre de defectos o deformaciones evidentes.
Sujetamos la muleta en un tornillo de banco y le quitamos por completo la capa de óxido. Para ello utilizamos una máquina rectificadora.
Y una lijadora de banda.
En esta etapa, es muy importante eliminar todos los rastros de corrosión, incluso si están profundamente incrustados en el metal.
Si vamos a hacer dos martillos con una muleta, entonces debemos medir su longitud con anticipación, dividiendo nuestra pieza de trabajo aproximadamente por la mitad.
En cada mitad en el medio marcamos un agujero para el mango.
Con una perforadora hacemos los agujeros necesarios. El mango suele tener un perfil ovalado. Por lo tanto, cada martillo requerirá 2-3 orificios ubicados lo más cerca posible entre sí.
En la siguiente etapa, utilizando una lima, procesamos los agujeros resultantes, conectándolos hasta obtener un perfil ovalado. También procesamos toda la pieza de trabajo, eliminando todas las rebabas.
Cortamos la pieza de trabajo en dos partes, consiguiendo dos tipos de martillo. Uno tendrá un aspecto estándar y el segundo tendrá un tacón ancho.
Para hacer mangos de herramientas utilizamos madera dura. A la hora de elegir la longitud, nos centramos en nuestras preferencias personales y necesidades de producción.
Procesamos los mangos en blanco con una lima especial, dándoles la forma requerida.
También creamos un asiento para el martillo. Hacemos un corte en el asiento para instalar la cuña.
En la etapa de montaje, se diluye resina epoxi para cubrir el asiento. A continuación, coloque el martillo en el mango y calce.
Se retiran los restos del mango del otro lado del martillo y se recubre el producto de madera con aceite.
Todas estas operaciones se realizan con un segundo martillo.
El resultado final es esta belleza:
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