Cómo hacer un organizador de herramientas útil con restos del alféizar de una ventana
El almacenamiento no sistemático de brocas, avellanadores, punzones, brocas y otros productos similares conlleva muchos inconvenientes: es difícil encontrar inmediatamente la herramienta adecuada, lleva mucho tiempo encontrarla, se dañan por contacto, etc.
Cualquier organización en el almacenamiento de herramientas produce inmediatamente resultados positivos. Y cuando para ello utilizamos restos de materiales que parecen no servir para nada, entonces el beneficio se vuelve aún más importante.
Para hacer tu propio organizador de herramientas, podemos conformarnos con los materiales y productos más sencillos:
Al trabajar en el organizador, tendremos que utilizar las siguientes herramientas y dispositivos: sierra de calar, cuchillo de construcción, escuadra de medir y lápiz, abrazaderas, taladro y papel de lija.
El resto del alféizar de la ventana, de 30 cm de ancho, cortamos en cuatro tiras transversales de 5, 7, 9 y 11 cm de ancho y lo cortamos con una sierra de calar en cuatro fragmentos de diferentes anchos.
Procesamos todos los bordes de las tiras resultantes con la hoja de un cuchillo de construcción, eliminamos las rebabas y les damos suavidad, para que en el futuro sea conveniente trabajar con ellas y manipularlas constantemente.
Reunimos los fragmentos resultantes del alféizar de la ventana en una pirámide escalonada, comenzando desde el más grande hasta el más pequeño.
Además, las curvas de las dos primeras partes deben estar en lados opuestos. Colocamos el tercer y cuarto fragmentos, como los dos primeros.
A partir de madera contrachapada multicapa montamos una caja sin tapa, en la que debe encajar sin espacios una pirámide formada por cuatro fragmentos cortados del resto del alféizar de la ventana. Hacemos que su altura sea igual a la altura del fragmento más pequeño.
Conectamos las partes de la caja entre sí mediante tornillos autorroscantes. En este caso, un lado debe tener “orejas” con orificios para sujetarlo a una pared vertical.
Con ayuda de una lija lijamos todas las caras de la caja y, para darle mayor estética, la cubrimos con barniz incoloro.
Atornillamos la caja a la pared con tornillos autorroscantes y colocamos en su interior una pirámide de partes del alféizar de la ventana, en la secuencia en la que la montamos un poco antes.
Ahora se pueden colocar taladros, avellanadores, escariadores y otras herramientas tipo varilla en los huecos entre los refuerzos.
Cualquier organización en el almacenamiento de herramientas produce inmediatamente resultados positivos. Y cuando para ello utilizamos restos de materiales que parecen no servir para nada, entonces el beneficio se vuelve aún más importante.
Necesitará
Para hacer tu propio organizador de herramientas, podemos conformarnos con los materiales y productos más sencillos:
- restos del alféizar de la ventana;
- un trozo de madera contrachapada multicapa;
- tornillos autorroscantes;
- barniz incoloro.
Al trabajar en el organizador, tendremos que utilizar las siguientes herramientas y dispositivos: sierra de calar, cuchillo de construcción, escuadra de medir y lápiz, abrazaderas, taladro y papel de lija.
Proceso de fabricación del organizador de herramientas de varilla
El resto del alféizar de la ventana, de 30 cm de ancho, cortamos en cuatro tiras transversales de 5, 7, 9 y 11 cm de ancho y lo cortamos con una sierra de calar en cuatro fragmentos de diferentes anchos.
Procesamos todos los bordes de las tiras resultantes con la hoja de un cuchillo de construcción, eliminamos las rebabas y les damos suavidad, para que en el futuro sea conveniente trabajar con ellas y manipularlas constantemente.
Reunimos los fragmentos resultantes del alféizar de la ventana en una pirámide escalonada, comenzando desde el más grande hasta el más pequeño.
Además, las curvas de las dos primeras partes deben estar en lados opuestos. Colocamos el tercer y cuarto fragmentos, como los dos primeros.
A partir de madera contrachapada multicapa montamos una caja sin tapa, en la que debe encajar sin espacios una pirámide formada por cuatro fragmentos cortados del resto del alféizar de la ventana. Hacemos que su altura sea igual a la altura del fragmento más pequeño.
Conectamos las partes de la caja entre sí mediante tornillos autorroscantes. En este caso, un lado debe tener “orejas” con orificios para sujetarlo a una pared vertical.
Con ayuda de una lija lijamos todas las caras de la caja y, para darle mayor estética, la cubrimos con barniz incoloro.
Atornillamos la caja a la pared con tornillos autorroscantes y colocamos en su interior una pirámide de partes del alféizar de la ventana, en la secuencia en la que la montamos un poco antes.
Ahora se pueden colocar taladros, avellanadores, escariadores y otras herramientas tipo varilla en los huecos entre los refuerzos.
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